Gran parte de los productos vendidos en la Unión Europea (UE) como madera en realidad está fabricado con materiales sintéticos que imitan la madera pero que nada tiene que ver en realidad. El sector maderero europeo denuncia esta práctica y advierte sobre su impacto ambiental, instando a detener el engaño a los consumidores. El motivo principal detrás de esta tendencia es el coste más bajo de los materiales sintéticos, para los fabricantes. Lo que provocó que, en 2020, el 90% de los suelos vendidos como madera en la UE fueran imitaciones, mientras que solo el 10% era madera real.
La campaña «Wood for Real» busca concienciar sobre este problema y argumenta que un etiquetado claro y transparente es esencial para un mercado sostenible y para permitir que los consumidores tomen decisiones informadas. Además, las empresas creen que un cambio en la legislación beneficiaría la competitividad de la UE y revitalizaría la industria maderera europea, que tiene un valor actual que supera los 100.000 millones de euros.
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